Mario

Ayer tu nombre estaba escrito dentro de un libro
Un chico lo llevava con dos manos
¡Vaya libro más grande en el que estás!
Mi idea fue hablar al desconocido
Decirle: ¡Déjame hojear tu libro, por favor!

No lo hice. Todo lo que haría seria buscar tu nombre
En letras negras sobre una página blanca
Seguro me acercaría a tí no sé muy bien como
Estaría contigo dónde trabajo yo
Te sujetaría por un momento en mis manos.

Anoche soñé contigo. No vi tu nombre, pero tu rostro
Vivo, hablante, cuerpo enérgico y movimientos
Vestias una camisa blanca, gordito como solías ser
Me encantaba estar a tu lado, oírte y oírte
No me acuerdo muy bien lo que hacías. 

Pasado un momento, a la persona en camisa blanca
Decía: Te pareces a él, sabes que él ya no está aquí
Me gusta estar contigo porque te pareces a él
Empecé a llorar mucho al que me desperté llorando
En el café lloro tu presencia en este hueco de mi memoria.